viernes, 15 de julio de 2022

¡Detente! Reza un Padre Nuestro por las vocaciones

 

En América latina es común ver en las calles, carreteras y los semáforos personas que piden ayuda con un cartel, intentando que alguien entre tanta indiferencia les brinde una ayuda para sus necesidades de subsistencia. Pero ahora, son los propios sacerdotes y seminaristas que salen a la calle; no piden alimentos, ropa o dinero para mantener su iglesia o su comunidad, aunque muchos viven pobres entre los pobres. Hoy ayudados con un cartel, quieren de los transeúntes una obra de misericordia aún mayor: oración

Este sacerdote con un aviso y un mensaje a puño y letra nos hace parar en el camino y con una llamada que parece angustiosa nos dice: ¡Detente! Reza un Padre nuestro por mi vocación.

Ante este pedido, te invito a unirte a esta campaña de oración por la santificación de los sacerdotes, religiosos, misioneros y por todas las vocaciones a la vida consagradas.

Como decía Santa Teresita del Niño Jesús: " ¡ay! ¡cuántos malos sacerdotes, cuántos sacerdotes que no son lo bastante santos...!Oremos y suframos por ellos, y en el último día Jesús estará agradecido! "

Oremos al Padre, con la misma oración que Jesús nos enseñó:

Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu reino;

hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.

Amén.


¡Gracias por tu oración ! 

¿ Te comprometerías a orar un Padre Nuestro cada día por la vida consagrada? 

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